El 30 de octubre de 1937 el gobierno de los generales bandidos que se encontraba en Salamanca se alteró por la presencia de unas postales en que se enviaban en las correspondencia en la zona de los sublevados, en que la penísula -España y Portugal- aparecían sin frontera alguna, y para colmo atravesada por la bandera "nacionalista". El gobierno del dictador Salazar protestó enérgicamente por semejante ofensa, más aún cuando estaban colaborando con tropas -los "viriatos"- que oscilaban según las fuentes entre 5.000 y 25.000 militantes fascistas integrados en las filas de Falange y Requetés.
Se achaca los enemigos de España -los rojos- la publicación de tal postal, pero no deja de ser más que pura propaganda interna, pues eran los propios jonsistas integrados en Falange quienes propiciaban tal causa y pretendían la unificación de la península bajo el mando único de una España Nacional.
El asunto era viejo, ya en 1931 Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS, fascista empedernido, escribía en "La Conquista del Estado":
"Hay que someter a un orden la Península toda, sin excepción de un solo centímetro cuadrado de terreno (...) España y Portugal, Portugal y España, son un único y mismo pueblo, que pasado el período romántico de las independencias nacionales, pueden y deben fundirse en el imperio".
La lucha interna dentro de la FET y de las JONS, a pesar de la mano criminal de Franco, se mostraba claramente, pues desde el mismo día de la Unificación de abril de 1937 ya se ventilaron a tiros entre ellos en Salamanca las diferencias entre tradicionalistas, fascistas y oportunistas de toda laya. Llegó incluso este enfrentamiento a que fuera condenado el falangista Manuel Hedilla -tendencia obrerista en Falange- a pena de muerte y conmutada por cárcel perpetua y encarcelado en Canarias.
La postal fue retirada de la circulación y pocas deben de encontrarse en manos de algún coleccionista de afiches falangistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario