Me dirijo a todas las personas que desde su historia y su memoria quieran aportar datos, documentos, fotografías y testimonios sobre La Represión Fascista en el Valle del Nalón. El propósito es sacar del anonimato a miles de represaliados escribiendo sus biografías personalizadas y con el mayor detalle posible.
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miércoles, 12 de marzo de 2014
domingo, 9 de marzo de 2014
Mujeres, Sección Femenina, y Escuelas de Formación
La "cultura" no se abandonaba por el régimen fascista español. Subvenciones y partidas presupuestarias para todo lo que supusiera fomentar la idelogía nacional-católica y falangista. Las mujeres eran el objetivo esencial y para ello crearon miles de "escuelas" de Formación (ideologica) donde más de 5.000 mujeres falangistas impartieron la basura ideológica del régimen. "Hasta en los pueblos más pequeños".
sábado, 8 de marzo de 2014
Maestros de Laviana en 1940
El Ayuntamiento de Laviana saca a concurso 8 plazas de maestros municipales, el salario anual la increible cantidad de 1.800 pesetas, al año, no se olvide. Es decir, 125 pesetas al mes.
Las multas que imponían desde el Tribunal de Responsabilidades Políticas -ver en otro lugar la referencia- superaban las 250 pesetas, dos sueldos de un maestro. Claro está que los maestros sometidos a este TRP nunca alcanzarían la plaza, pues las condiciones para ser escogidos por el alcalde falangista eran terminantes, como mínimo "ser adicto al Glorioso Movimiento Nacional".
Las multas que imponían desde el Tribunal de Responsabilidades Políticas -ver en otro lugar la referencia- superaban las 250 pesetas, dos sueldos de un maestro. Claro está que los maestros sometidos a este TRP nunca alcanzarían la plaza, pues las condiciones para ser escogidos por el alcalde falangista eran terminantes, como mínimo "ser adicto al Glorioso Movimiento Nacional".
martes, 4 de junio de 2013
"Angelillo", ni nombrarlo
Angel Sampedro Montero, nació en Vallecas en 1908 y murió en exilio en Argentina en 1973. "Cantaor" de coplas que más tarde imitaría Antonio Molina, y actor en películas como "El negro que tenía el alma blanca", o "La hija de Juan Simón", fue severamente castigado por la censura fascista. No sería el único, pero es uno cuyo nombre tuvo que tener en cuenta el "Cine Moderno" - cuyo propietario era el médico Gustavo Rodríguez Canga- de Laviana.
sábado, 13 de abril de 2013
Aborto: persecución, cárcel e incautación de bienes
Este es el documento que certifica lo que las mujeres de la clase obrera -las de las clases pudientes y bienolientes estaban exentas- padecían cuando por mor de las circunstancias se veían obligadas a abortar. Pagaban con la cárcel -hasta 6 años de prisión-, con multas económicas y además -como se puede apreciar- con la incautación de sus bienes.
El aborto en el Franquismo y sus herederos
Estaba prohibido y era
castigado con la cárcel.
Socialmente se producía el
mayor reproche y la persecución de la mujer como si hubiera cometido un crimen.
Los abortos se producían en la soledad más absoluta o con la ayuda de otra
mujer “experta” en proporcionar los brebajes más tóxicos y mortíferos para la
mujer, que la llevaban en no pocas ocasiones al Hospital y a la muerte. Desde la
aguja de hacer punto al uso del perejil, la mostaza, el aguardiente alemán
tomado en ayunas, así como las aspirinas y café igualmente tomado en ayunas,
movimientos semejantes a los que se hacen cuando se cose a máquina, o el uso
del parásito del centeno (el cornezuelo) como oxitocina sintética que produce
las contracciones del parto.
La mortalidad de las mujeres
que decidían abortar era muy alta, pues las condiciones higiénico-sanitarias no
existían. El “pecado” se pagaba con la vida, y así lo proclamaban curas y
beatas del nacionalcatolicismo. Hay que decir que en estas condiciones
abortaban las mujeres de la clase obrera. No pocas morían desangradas en manos
de “una carnicera” que se presentaba como la solución.
Las mujeres preñadas de las clases “pudientes”
–las ricas- también abortaban, pero para eso tenían a los médicos de “de la
familia” que practicaban el aborto con todas las garantías sanitarias y en el
mayor de los secretos. “No se enteraba ni el cura”.
Una vez que la mujer sin
recursos era sorprendida con una hemorragia sospechosa era encarcelada y
sometida a cuarentena, hasta que un médico forense certificaba que la misma era
un aborto provocado o natural, o nada.
Si tenía la desgracia de caer
en manos de los represores franquistas se le aplicaba la Ley de Protección de
la Natalidad de 1941 (copia de la legislación fascista italiana), considerando
el aborto como una “atentado contra la Patria” y el Código Penal de 1944 (arts.
del 411 al 417) que podían condenarla hasta con 6 años de prisión.
Escribimos esto en 2013 cuando
es Ministro de Justicia el católico y reaccionario Ruiz-Gallardón quien
pretende devolver a la clandestinidad la interrupción voluntaria del embarazo: “No
entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de
que tenga algún tipo de malformación o minusvalía. Me parece éticamente
inconcebible. Creo que el mismo
nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de malformación
debe darse a aquel que se constate que carece de algunas de las capacidades que
tienen el resto de los concebidos”.
Lo
que es inconcebible es que volvamos a ver mujeres en prisión como es el caso de
la mujer que se muestra en este documento del año 1945. No debe extrañar que
los titulares de la prensa sobre este indeseable diga abiertamente: El anuncio del
aborto de Gallardón resucita el fantasma del "franquismo". Debe de suponerse que volverán abrirse las consultas
privadas del Barrio de Salamanca en Madrid, o en la hipócrita Vetusta, donde abortaban
las mujeres de la clase dominante, defensores –eso sí- del más rancio
catolicismo que “asegure la continuidad de la raza”.
lunes, 1 de abril de 2013
jueves, 4 de octubre de 2012
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