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sábado, 15 de marzo de 2014

Los vecinos fascistas contra los presos

Los vecinos de los pueblos, o mejor, los buenos vecinos que se beneficiaron de una guerra infame y de un régimen ilegal y oprobioso, los que habían robado propiedades, enseres, dinero, y los que habían asesinado a mansalva a partir de octubre de 1937, se veían ahora agobiados con la presencia de los presos republicanos que salían de las cárceles y volvían a sus pueblos. Su mera presencia era un acta de acusación contra ellos, por ello elevan una protesta a la "Superioridad" para que mantengan a los rojos lo más lejos posible del pueblo.
 De este modo seguirían a sus anchas, sin miedos, sin los temores propios de los ladrones y asesinos que saben de sus fechorías y que serán reconocidos por los que vuelven. Basta la lectura del documento para descubrir la zozobra en que se hallan con su presencia. La vida cotidiana en la postguerra era un pozo de mierda en el que ellos pretendían nadar sin complicaciones. Seguir disfrutando de lo que habían robado directamente por medio de la amenaza, el chantaje, el abuso, la fuerza bruta.
(- ¿Y si cuando salga de prisión me ve en la calle solo, qué hará?, así razonaba el falangista asesino del hermano del que llegaría al pueblo en breves días.
-¿Y si cuando llegue al pueblo ve que vivo ya en su casa, que tengo sus tierras?).
La sola presencia de los presos republicanos en el pueblo ya suponía un peligro -cierto o incierto- y por ello uno de los dos sobraba en el pueblo.
Acuden a la "Superioridad" para que los proteja manteniendo a los presos republicanos que salen de prisión lejos, muy lejos, y que también tenga que marchar la familia, mujer e hijos. Que nadie quede como testigo de las fechorías que cometieron.

domingo, 9 de marzo de 2014

Mujeres, Sección Femenina, y Escuelas de Formación

La "cultura" no se abandonaba por el régimen fascista español. Subvenciones y partidas presupuestarias para todo lo que supusiera fomentar la idelogía nacional-católica y falangista. Las mujeres eran el objetivo esencial y para ello crearon miles de "escuelas" de Formación (ideologica) donde más de 5.000 mujeres falangistas impartieron la basura ideológica del régimen. "Hasta en los pueblos más pequeños".

martes, 28 de mayo de 2013

La represión fascista en la vida cotidiana

Es sabido que la represión fascista en Asturias a partir del 21 de octubre de 1937 no se limitó a las torturas, cárceles, campos de concentración, y asesinatos. Hubo otra represión sorda, la de la vida cotidiana. Esta caía sobre hombres y mujeres de los pueblos, donde el control social y político -y el fisgoneo de la vecindad de la Nueva España- era implacable. Nada ni nadie se movía sin que lo supieran las "autoridades". Para ello tenían a los soplones, a las vecinas chismosas, a los alcaldes de barrio. Todos eran un solo ojo ciclópeo para vigilar a los rojos.
En este caso se trata de la tan socorrida prestación voluntaria, la sextaferia diríamos en Aller, donde por su carácter voluntario nadie está obligado a participar en los trabajos comunitarios, lo que ya de por sí supone un reproche social en circunstancias pacíficas, aunque hay que señalar que los ricos y las señoritas de postín jamás hicieron trabajo voluntario porque no era propio de su condición. Eso sí, hasta que llegó la Falange y la Sección Femenina para "dignificar" los trabajos que ayudaran a la Nueva España. 
Los trabajos eran voluntarios, no tanto, no tanto. Tenían el carácter de voluntario, pues nada se pagaba por ellos, pero para los falangistas era tan obligatorio como las fiestas de guardad. No se podía faltar, aunque no obligaban, porque entonces se tomaba nota de esa falta de cooperación con la Nueva España.
El documento que aquí se expone refleja perfectamente -sin manipulaciones groseras propias de falangistas reconvertidos en demócratas que no quieren remover el pasado- cómo el alcalde fascista de Laviana, José Cervilla, advierte al alcalde fascista de Villoria, Valentín González, en marzo de 1938, que le pase los nombres de quienes no colaboran en ese trabajo tan sagrado como es retirar la piedras acumuladas en la Iglesia parroquial.

jueves, 9 de mayo de 2013

Mujeres en la cárcel de Laviana

La cárcel de Laviana, cárcel del partido judicial de Caso, Sobrescobio, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo, no sólo encerraba en sus mazmorras a los habitantes de estos concejos. También fueron a parar allí mujeres y hombres de otros concejos, como el de Aller.

En los días inmediatos de la entrada de las tropas fascistas en la cuenca del Nalón se fueron llenando de militantes de izquierda, simpatizantes, o simplemente de quienes no habían mostrado "entusiasmo" suficiente con el golpe militar faccioso de julio de 1936.

En esta cárcel se apaleaba, torturaba, se violaban mujeres por carceleros y falangistas, se extorsionaba a los prisioneros pidiéndoles dinero o que renunciaran a sus propiedades para conseguir la libertad, hecho que resultaba en no pocos casos un fiasco, pues se quedaban con el dinero y luego los asesinaban.

Fue tan escandaloso lo que hicieron carceleros y falangistas de Laviana en esta cárcel que los propios fascistas tuvieron que condenar a dos de ellos por sus fechorías criminales.

lunes, 25 de marzo de 2013

Juramento de Falange Española Tradicionalista y de las JONS

Cuando el fascismo ocupó las tierras de Asturias y comenzaron los años negros de la represión criminal los falangistas estaban obligados a "jurar". Se consagraban al servicio de la "patria y del Caudillo". Vivir siempre "con obediencia y alegría, ímpetu y paciencia, gallardía y silencio". El silencio era muy importante, crucial diríamos, pues estaban juramentados para no hablar jamás de los crímenes que cometían. Así lo hemos visto cuando hemos abordado a alguno de los viejos falangistas que participaron en algunos de aquellos crímenes. "Quién te dijo eso", decían con cara de asombro, "uno de los que estaba allí". El silencio mortal llegó a los archivos, y por eso en millares de Ayuntamientos se destruyeron o se quemaron los archivos de Falange.
Lealtad y sumisión absoluta. Y "honrar en todo momento la memoria de nuestros mártires", que por otro lado no eran otros que aquellos que colaboraron la subyugación de todo un pueblo.
"Dar mi vida, si fuera preciso con las armas", único lenguaje que siempre han entendido perfectamente los fascistas de todas las latitudes, pues la enseñanza del Maestro (José Antonio) se incrustaron en sus cabezas poderosamente: "No hay más dialéctica que la de los puños y las pistolas".
Y cómo no, vivir en Santa Hermandad, a la que se invocaba para encubrir todo tipo de tropelías, aunque también para ocupar empleos y conseguir una vida más placentera.
Mientras tanto el pueblo español honrado se desangraba en las cárceles, en los campos de concentración, en los montes, o en los tajos con salarios de hambre.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Falangistas analfabetos

En toda la República se impuso un sistema de enseñanza pública que en una generación se acabara con el analfabetismo de la población. En esta pretensión no sólo insistían los "rojos" -por cierto, los más interesados puesto que a mayor cultura menor es la dominación de la clase obrera- sino que un personaje de la derecha salmantina, el médico Filiberto Villalobos, se empeñó tanto que hasta por ello fue destituido en diciembre de 1934 por las presiones del "fascistoide" Gil Robles (Filiberto pagó muy caro su afán en la instrucción, y los falangistas lo encarcelaron durante dos años desde el 10 de agosto de 1936 a julio de 1938).
 El documento que se muestra es un ejemplo de analfabetismo "funcional", y mucho más, pues no sólo no es que sea "incapaz de entender lo escrito", sino que escriba abuelo con  "h" (habuelo); o cuando escribe "amparo" (Aparo) y luego lo corrige escribe "Anparo". Y este sujeto - Manuel González- ejercía como Alcalde de Barrio en la población de Barredos en el año 1946. Emitía informes sobre las personas de la localidad, era una "autoridad" a la que había que respetar, más que por su capacidad, por su pistola o la pistola de los suyos.
Esta era la NUEVA ESPAÑA, bajo el dominio de aquellos cuyo mérito no era su capacidad sino su fuerza bruta.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Laviana: el sello de la vergüenza

Es realmente llamativo que los fascistas de Laviana en el año 1938 hicieran un sello de la Alcaldía
en donde -sin vergüenza alguna- ponían que era CONSTITUCIONAL. Hemos aceptado que estos mismos poderes fascistas reutilizaran los papeles ya impresos por el AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL  elegido en abril de 1931, pues la carencia de papel y el hecho de tener a mano tales impresos con el emblema de la República  en la localidad fuera producto de la urgencia. Hasta ahí es aceptable. Lo que no es aceptable es que confeccionaran un sello ad hoc con el "aguilucho" y pusieran en su entorno ACALDÍA CONTITUCIONAL. ¿A qué Constitución se referían estos facistas de Laviana el 20 de septiembre de 1938?