Cuando el historiador mira los relatos debe saber quién y por qué están escritos de tal o cual modo. Así, por arte de birlibirloque, en la historiografía eran los rojos los que requisaban y por ello, quienes formaban parte del Comité de Defensa de la República encargado de tal menester, eran tratados en los consejos de guerra sumarísimos como si fueran ladrones y por ello sufrían las perores sentencias, incluida la pena de muerte.
Nunca en esa historiografía fascista se utilizó el término "requisa" para las requisas que hicieron los jefes de la Nueva España, pues siempre usaron términos como "incautación" o "generosa colaboración" o "espontáneo desprendimiento". Nos toca sacar a la luz los documentos en que la historia es como es, sin pamplinas ni manipulaciones. Los falangistas requisaron y robaron cuanto pudieron, desde ganado a tierras, enseres (sábanas, colchas, camas, máquinas de coser, etc) y prendas de vestir (abrigos, chaquetas de cuero o fieltro, zapatos y botas), también otros efectos (relojes, joyas, dinero). El valor de este documento es que el 29 de septiembre de 1938 el alcalde fascista de Laviana José Cervilla utiliza todo su poder para requisar ¡un colchón! bajo la amenaza de ser "severamente castigada". Ni tan siquiera huye del lenguaje grosero y cuartelario. Añadiendo que además debería de entregar lo requisado antes de una hora fijada de antemano y llevarlo a la Casa España.
A esta altura de la investigación sobre la Represión Fascista en la Cuenca Minera del Nalón -mayo de 2013- no podemos determinar la ideología de quien ha sido objeto de tal requisa, Amada Aller, pues si bien hay una familia que fue objeto de represión - Pilar Aller, hija de Luis Aller; y la familia Aller García, de Barredos- también encontramos a una chica de 15 años -Eduarda Aller García- afiliada a la Falange Femenina (Sección Femenina) en febrero de 1938. Quién sea Amada Aller queda aún por investigar, pues hay evidente contradicción entre los términos expeditivos -severamente castigada- y el tratamiento de Doña en el ofició del requisador.
Me dirijo a todas las personas que desde su historia y su memoria quieran aportar datos, documentos, fotografías y testimonios sobre La Represión Fascista en el Valle del Nalón. El propósito es sacar del anonimato a miles de represaliados escribiendo sus biografías personalizadas y con el mayor detalle posible.
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viernes, 31 de mayo de 2013
jueves, 30 de mayo de 2013
Requisas de edificios por los fascistas
En muchas ocasiones, cuando estables contacto con los pueblos donde se ha padecido la represión fascista, y paseando por los mismos se pregunta por los edificios en los que se instalaron falangistas, guardia civil y militares, casi nadie sabe exactamente qué edificios señalar. Ni qué decir tienen que unos fueron requisados a la fuerza y otros incautados, como la Casa del Pueblo de Laviana.
Buena parte de los edificios se ocupan pagando a sus propietarios el alquiler, aunque eso sí, el alcalde fascista de Laviana José Cervilla, aclara que sólo pagará lo que corresponde a la guardia civil y a Telégrafos.
Buena parte de los edificios se ocupan pagando a sus propietarios el alquiler, aunque eso sí, el alcalde fascista de Laviana José Cervilla, aclara que sólo pagará lo que corresponde a la guardia civil y a Telégrafos.
miércoles, 29 de mayo de 2013
La represión fascista en las escuelas
Ya sabemos que los frentes militares en Asturias cayeron en manos de los fascistas el 21 de octubre de 1937, pero es preciso recordarlo a tenor de la fecha del documento que mostramos, 13 de diciembre de 1937. Es un documento manuscrito por la maestra de la escuela de Carrio-Laviana, firmado y rubricado por ella misma. Ninguna importancia tendría si no fuera porque junto con el que era en ese momento gestor -equivalente a concejal del Ayuntamiento- Antonio Calleja González y la misma maestra, Manolita Salas, no encabezaran la exacción económica que suponía el que las niñas de la Escuela de Carrio tenían que aportar un donativo a para el Aguinaldo del Combatiente (fascista, por supuesto).
A 40 días de su entrada triunfal en Laviana imponen a todos las capas sociales- sean del nuvel económico que fueran- la obligación de aportar aunque fuera una "perrona" -diez céntimos- si no querían verse señalados por las "viejas autoridades" de siempre, ahora remozadas como falangistas. No afectaba a los adictos de la Nueva España, eran los vencedores, sino que afectaba a quienes sin serlo se veían humillados a colaborar -aunque fuera con esa perrona- al bando de los facciosos. Para ello no dudaban en usar la escuela como instrumento de dócil de educación españolista y nacionalsindicalista. El dominio en la escuela, educar durante generaciones a los niños en la ideología de los que levantaron sus armas contra los resultados de las urnas, era asegurar la permanencia en el poder durante un siglo. No es la cantidad que se aporta lo que importaba, era la sumisión pública y el silencio en las casas, el tener que obedecer al mandato de un concejal alcalde de barrio como Antonio Calleja y no encontrar el serio reproche de la maestra en la escuela. Uno se dirigía a los adultos al aportar el equivalente a un jornal de un minero -10 pesetas-, la otra, la maestra, dirigiendo la mirada hacia las madres y a las niñas.
A 40 días de su entrada triunfal en Laviana imponen a todos las capas sociales- sean del nuvel económico que fueran- la obligación de aportar aunque fuera una "perrona" -diez céntimos- si no querían verse señalados por las "viejas autoridades" de siempre, ahora remozadas como falangistas. No afectaba a los adictos de la Nueva España, eran los vencedores, sino que afectaba a quienes sin serlo se veían humillados a colaborar -aunque fuera con esa perrona- al bando de los facciosos. Para ello no dudaban en usar la escuela como instrumento de dócil de educación españolista y nacionalsindicalista. El dominio en la escuela, educar durante generaciones a los niños en la ideología de los que levantaron sus armas contra los resultados de las urnas, era asegurar la permanencia en el poder durante un siglo. No es la cantidad que se aporta lo que importaba, era la sumisión pública y el silencio en las casas, el tener que obedecer al mandato de un concejal alcalde de barrio como Antonio Calleja y no encontrar el serio reproche de la maestra en la escuela. Uno se dirigía a los adultos al aportar el equivalente a un jornal de un minero -10 pesetas-, la otra, la maestra, dirigiendo la mirada hacia las madres y a las niñas.
martes, 28 de mayo de 2013
La represión fascista en la vida cotidiana
Es sabido que la represión fascista en Asturias a partir del 21 de octubre de 1937 no se limitó a las torturas, cárceles, campos de concentración, y asesinatos. Hubo otra represión sorda, la de la vida cotidiana. Esta caía sobre hombres y mujeres de los pueblos, donde el control social y político -y el fisgoneo de la vecindad de la Nueva España- era implacable. Nada ni nadie se movía sin que lo supieran las "autoridades". Para ello tenían a los soplones, a las vecinas chismosas, a los alcaldes de barrio. Todos eran un solo ojo ciclópeo para vigilar a los rojos.
En este caso se trata de la tan socorrida prestación voluntaria, la sextaferia diríamos en Aller, donde por su carácter voluntario nadie está obligado a participar en los trabajos comunitarios, lo que ya de por sí supone un reproche social en circunstancias pacíficas, aunque hay que señalar que los ricos y las señoritas de postín jamás hicieron trabajo voluntario porque no era propio de su condición. Eso sí, hasta que llegó la Falange y la Sección Femenina para "dignificar" los trabajos que ayudaran a la Nueva España.
Los trabajos eran voluntarios, no tanto, no tanto. Tenían el carácter de voluntario, pues nada se pagaba por ellos, pero para los falangistas era tan obligatorio como las fiestas de guardad. No se podía faltar, aunque no obligaban, porque entonces se tomaba nota de esa falta de cooperación con la Nueva España.
El documento que aquí se expone refleja perfectamente -sin manipulaciones groseras propias de falangistas reconvertidos en demócratas que no quieren remover el pasado- cómo el alcalde fascista de Laviana, José Cervilla, advierte al alcalde fascista de Villoria, Valentín González, en marzo de 1938, que le pase los nombres de quienes no colaboran en ese trabajo tan sagrado como es retirar la piedras acumuladas en la Iglesia parroquial.
En este caso se trata de la tan socorrida prestación voluntaria, la sextaferia diríamos en Aller, donde por su carácter voluntario nadie está obligado a participar en los trabajos comunitarios, lo que ya de por sí supone un reproche social en circunstancias pacíficas, aunque hay que señalar que los ricos y las señoritas de postín jamás hicieron trabajo voluntario porque no era propio de su condición. Eso sí, hasta que llegó la Falange y la Sección Femenina para "dignificar" los trabajos que ayudaran a la Nueva España.
Los trabajos eran voluntarios, no tanto, no tanto. Tenían el carácter de voluntario, pues nada se pagaba por ellos, pero para los falangistas era tan obligatorio como las fiestas de guardad. No se podía faltar, aunque no obligaban, porque entonces se tomaba nota de esa falta de cooperación con la Nueva España.
El documento que aquí se expone refleja perfectamente -sin manipulaciones groseras propias de falangistas reconvertidos en demócratas que no quieren remover el pasado- cómo el alcalde fascista de Laviana, José Cervilla, advierte al alcalde fascista de Villoria, Valentín González, en marzo de 1938, que le pase los nombres de quienes no colaboran en ese trabajo tan sagrado como es retirar la piedras acumuladas en la Iglesia parroquial.
domingo, 26 de mayo de 2013
sábado, 11 de mayo de 2013
Sociedad Obrera La Deseada en la cuenca minera del Nalón
Con el permiso de Manuel Yuri expongo esta fotografía de las sociedades obreras de la cuenca, San Martín del Rey Aurelio, con la finalidad de que podamos averiguar quiénes son los que están en la fiesta obrera.
España y Portugal: unidad de destino en lo universal"
El 30 de octubre de 1937 el gobierno de los generales bandidos que se encontraba en Salamanca se alteró por la presencia de unas postales en que se enviaban en las correspondencia en la zona de los sublevados, en que la penísula -España y Portugal- aparecían sin frontera alguna, y para colmo atravesada por la bandera "nacionalista". El gobierno del dictador Salazar protestó enérgicamente por semejante ofensa, más aún cuando estaban colaborando con tropas -los "viriatos"- que oscilaban según las fuentes entre 5.000 y 25.000 militantes fascistas integrados en las filas de Falange y Requetés.
Se achaca los enemigos de España -los rojos- la publicación de tal postal, pero no deja de ser más que pura propaganda interna, pues eran los propios jonsistas integrados en Falange quienes propiciaban tal causa y pretendían la unificación de la península bajo el mando único de una España Nacional.
El asunto era viejo, ya en 1931 Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS, fascista empedernido, escribía en "La Conquista del Estado":
"Hay que someter a un orden la Península toda, sin excepción de un solo centímetro cuadrado de terreno (...) España y Portugal, Portugal y España, son un único y mismo pueblo, que pasado el período romántico de las independencias nacionales, pueden y deben fundirse en el imperio".
La lucha interna dentro de la FET y de las JONS, a pesar de la mano criminal de Franco, se mostraba claramente, pues desde el mismo día de la Unificación de abril de 1937 ya se ventilaron a tiros entre ellos en Salamanca las diferencias entre tradicionalistas, fascistas y oportunistas de toda laya. Llegó incluso este enfrentamiento a que fuera condenado el falangista Manuel Hedilla -tendencia obrerista en Falange- a pena de muerte y conmutada por cárcel perpetua y encarcelado en Canarias.
La postal fue retirada de la circulación y pocas deben de encontrarse en manos de algún coleccionista de afiches falangistas.
Se achaca los enemigos de España -los rojos- la publicación de tal postal, pero no deja de ser más que pura propaganda interna, pues eran los propios jonsistas integrados en Falange quienes propiciaban tal causa y pretendían la unificación de la península bajo el mando único de una España Nacional.
El asunto era viejo, ya en 1931 Ramiro Ledesma Ramos, fundador de las JONS, fascista empedernido, escribía en "La Conquista del Estado":
"Hay que someter a un orden la Península toda, sin excepción de un solo centímetro cuadrado de terreno (...) España y Portugal, Portugal y España, son un único y mismo pueblo, que pasado el período romántico de las independencias nacionales, pueden y deben fundirse en el imperio".
La lucha interna dentro de la FET y de las JONS, a pesar de la mano criminal de Franco, se mostraba claramente, pues desde el mismo día de la Unificación de abril de 1937 ya se ventilaron a tiros entre ellos en Salamanca las diferencias entre tradicionalistas, fascistas y oportunistas de toda laya. Llegó incluso este enfrentamiento a que fuera condenado el falangista Manuel Hedilla -tendencia obrerista en Falange- a pena de muerte y conmutada por cárcel perpetua y encarcelado en Canarias.
La postal fue retirada de la circulación y pocas deben de encontrarse en manos de algún coleccionista de afiches falangistas.
Fascismo y corrupción
Pocas palabras son necesarias a la vista de este telegrama en que se condona -se perdona- la multa a un falangista por el simple hecho de serlo. Mientras tanto, quienes no lo eran, y con muchas necesidades, no sólo eran multados, sino que daban con sus huesos en la cárcel de Laviana durante semanas.
La corrupción fascista fue algo que se ocultó durante 70 años, y esta fue propiciada y bendecida por el poder establecido, el cual se mantenía en el "trono" precisamente por los muchos "favores" que se otorgaban unos a otros.
La corrupción de hogaño es la sucesora de la corrupción de antaño.
La corrupción fascista fue algo que se ocultó durante 70 años, y esta fue propiciada y bendecida por el poder establecido, el cual se mantenía en el "trono" precisamente por los muchos "favores" que se otorgaban unos a otros.
La corrupción de hogaño es la sucesora de la corrupción de antaño.
jueves, 9 de mayo de 2013
Mujeres en la cárcel de Laviana
La cárcel de Laviana, cárcel del partido judicial de Caso, Sobrescobio, Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo, no sólo encerraba en sus mazmorras a los habitantes de estos concejos. También fueron a parar allí mujeres y hombres de otros concejos, como el de Aller.
En los días inmediatos de la entrada de las tropas fascistas en la cuenca del Nalón se fueron llenando de militantes de izquierda, simpatizantes, o simplemente de quienes no habían mostrado "entusiasmo" suficiente con el golpe militar faccioso de julio de 1936.
En esta cárcel se apaleaba, torturaba, se violaban mujeres por carceleros y falangistas, se extorsionaba a los prisioneros pidiéndoles dinero o que renunciaran a sus propiedades para conseguir la libertad, hecho que resultaba en no pocos casos un fiasco, pues se quedaban con el dinero y luego los asesinaban.
Fue tan escandaloso lo que hicieron carceleros y falangistas de Laviana en esta cárcel que los propios fascistas tuvieron que condenar a dos de ellos por sus fechorías criminales.
En los días inmediatos de la entrada de las tropas fascistas en la cuenca del Nalón se fueron llenando de militantes de izquierda, simpatizantes, o simplemente de quienes no habían mostrado "entusiasmo" suficiente con el golpe militar faccioso de julio de 1936.
En esta cárcel se apaleaba, torturaba, se violaban mujeres por carceleros y falangistas, se extorsionaba a los prisioneros pidiéndoles dinero o que renunciaran a sus propiedades para conseguir la libertad, hecho que resultaba en no pocos casos un fiasco, pues se quedaban con el dinero y luego los asesinaban.
Fue tan escandaloso lo que hicieron carceleros y falangistas de Laviana en esta cárcel que los propios fascistas tuvieron que condenar a dos de ellos por sus fechorías criminales.
Moros y mujeres en Laviana, 1942
Laviana, 1942. La morisma asentada en Asturias hasta el año 1951 no parece que lo pasaran mal, pues siempre había una fiesta que disfrutar. No espero que se me diga el nombre de los moros de las fotografía, pero quizás alguien reconozca a las dos mujeres y al hombre que asoma por la esquina.
Hay que decir que ya en marzo 1938, meses después de que las tropas fascistas entraran en la cuenca del Nalón, ya había apuntadas un centenar de mujeres de Laviana a la Sección Femenina de la Falange (en su momento pondremos aquí todos sus nombres).
Hay que decir que ya en marzo 1938, meses después de que las tropas fascistas entraran en la cuenca del Nalón, ya había apuntadas un centenar de mujeres de Laviana a la Sección Femenina de la Falange (en su momento pondremos aquí todos sus nombres).
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