El Tribunal Popular condena a 4 sujetos que amparados en la autoridad que le confirió la República y en su afiliación política y sindical, se dedicaron a cometer crímenes deleznables. No fue el único caso -este es un ejemplo de cómo actuaba la República contra quienes estuvieran al margen de las leyes, fueran milicianos, agentes de retaguardia, o políticos- en que se condena a individuos, pues no fueron pocos los juicios abiertos contra los delincuentes que se empeñaban en tomar la justicia por su mano, en ventilar cuestiones personales a tiros, en definitiva en actuar "motu proprio". Tómese nota de que los fascistas no condenaron ni a uno solo de los asesinos que pulularon durante 40 años de dictadura, "hacen limpieza", decían los jerifaltes.
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