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miércoles, 13 de marzo de 2013

A los presos esclavos en destacamentos penales les pagaba el INP

Los prisioneros que fueron a "redimir condena" en los Batallones de Trabajadores, Colonias Penitenciarias, Destacamentos Penales, etc., bajo la batuta de la Dirección General de Prisiones y el Patronato Central para la Redención de Penas por el Trabajo, se les pagaban salarios. Salarios de miseria por jornadas de sola sol y en las labores más penosas. Estos salarios eran remitidos a la Caja Asturiana de Pevisión Social de Oviedo y desde aquí se enviaban a los ayuntamientos. En los ayuntamientos se citaba a los familiares del preso para pasaran a recoger aquella mísera cantidad de dinero que les ganaba el preso. Esta era una humillación más. Aquel peregrinar hacia la oficina municipal en donde encontraban al funcionario falangista cada mes era un trago más en la vida de los que vivían en las ciudades y los pueblos. Un modo de represión sorda que no trascendía. Se quedaba en el ámbito de la familia, y en no pocas ocasiones solamente para quien iba a recoger el salario de sangre de su familiar.
Pero no lo denominaban salarios, no. Sería tanto como considerar trabajadores a los "reclusos-trabajadores", de este modo se les despojaba de la dignidad. Explotados, encarcelados, humillados, eran piezas humanas, como si fueran semovientes, a los cuales, para engrandecer aquella Nueva España, debían limitarse a trabajar como bestias y callar, sólo así se les consideraría "redimidos" del pecado de querer ser libres. No eran salarios, eran "subisidios".
La normativa publicada por el régimen fascista español decía: "Art. 10: Sólo tendrán derecho a percepción de subsidio los reclusos que estén legítimamente casados y los hijos que tengan la calidad de legítimos o de naturales reconocidos".
Se crearon en cada municipio una Junta Local compuesta por los poderes tradicionales sumando la presencia del sujeto de Falange. Un representante del Alcalde que necesariamente tenía que estar afiliado a Falange, el cura párroco u otro sacerdote en quien delegara, y un tercero que "se procurará recaiga en una mujer que reuna condiciones de espíritu profundamente caritativo y celoso".

(Es evidente por esta documentación que el INP- Instituto Nacional de Previsión en Oviedo tiene en sus fondos archivísticos todos los datos correspondientes a los pagos de todos los prisioneros que estuvieron trabajando como esclavos y que tenían familiares "legítimos").
 
 



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