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domingo, 17 de marzo de 2013

Langreo: Prisioneros de la Huelga General de 1917

La Huelga General de agosto de 1917 fue la primera gran huelga del movimiento obrero en España. En Asturias todos los oficios, y sobremanera los mineros y los metalúrgicos de la cuenca del Nalón mantuvieron en jaque al Gobierno. Su resistencia a entregarse a las tropas y la guardia civil tuvo tanta trascendencia que el Gobierno de Eduardo Dato no tuvo mayor ocurrencia que enviar a un carnicero vestido de General, de nombre Burguete, el cual se presentó en Asturias con la intención de "cazar como alimañas" a los mineros que se encontraban escondidos en los montes. pasó este sujeto a la historia por el bando que publicó en su momento conocido desde entonces como el "Bando de las Alimañas". Otros le seguirían en los 20 años siguientes, destacándose entre otros al guardia civil Lisardo Doval Bravo.
Esta es la relación de detenidos en 1917, algunos aún seguirían en su militancia obrera 20 años después, y padecerían la represión -en este caso- del régimen fascista nacido el 18 de julio de 1936.



Presos en la Huelga General de 1917 en el Concejo de Langreo

Cotorraso
Antonio
Baragaño Llaneza
preso
14/08/1917
Sama de Langreo
Manuel
Alvarez Fernández
preso
18/08/1917
La Felguera
José
Alvarez Díaz
preso
18/08/1917
La Felguera
Alejandro
Pablo Durán
preso
18/08/1917
La Felguera
Amador
Aller García
preso
20/08/1917
La Felguera
Jesús
Rodríguez Soto
preso
20/08/1917
La Felguera
Francisco
Iglesias Celaya
preso
20/08/1917
La Felguera
Estanislao
Loredo Canto
preso
20/08/1917
La Nueva
Jaime
Fernández Alonso
preso
23/08/1917
La Felguera
José
Rodríguez Fernández
preso
24/08/1917
Sama de Langreo
José
Blanco Carballo
preso
28/08/1917
Lada
Ramón
Suárez Vega
preso
27/08/1917
Lada
Cipriano
Río Suárez
preso
27/08/1917
Sama de Langreo
José María
Jabular
preso
28/08/1917
Sama de Langreo
Antonio
Cruz Salmerón
preso
03/09/1917
Sama de Langreo
Belarmino
Fernández Díaz
preso
05/09/1917
Sama de Langreo
José
Iglesias Fernández
preso
05/09/1917
Gargantada
Hermino
Braga Antuña
preso
05/09/1917
Gargantada
Benjamín
Mañana Sierra
preso
05/09/1917
La Felguera
Alejo
Sánchez Sánchez
preso
13/09/1917
Sama de Langreo
Aquilino
González Fauro
preso
13/09/1917
Sama de Langreo
Manuel
Torre Rozas
preso
13/09/1917
La Felguera
Pablo
Calvo Amo
preso
13/09/1917
Sama de Langreo
Manuel
Gallo Mon
preso
13/09/1917
Sama de Langreo
Joaquín
Torres García
preso
13/09/1917
Sama de Langreo
Amador
Fernández Díez
preso
15/09/1917
La Moral
Ovidio
Gervasio Alvarez
preso
19/09/1917
La Moral
Constatino
Antuña Vega
preso
19/09/1917
La Moral
Raimundo
Alvarez Martín
preso
19/09/1917
La Felguera
Arturo
Vega Aller
preso
19/09/1917
La Moral
Aurelio
Gutiérrez Rodríguez
preso
23/09/1917
Sama de Langreo
Luz
Cases Valle
preso
23/09/1917
Sama de Langreo
Severino
Braga García
preso
23/09/1917
Sama de Langreo
Casimiro
Antuña Noval
preso
23/09/1917
Sama de Langreo
Concepción
Cases Valle
preso
23/09/1917
La Mudrera
Francisco
Braga Antuña
preso
23/09/1917
La Moral
Francisco
Montes Campal
preso
23/09/1917
La Moral
Raimundo
Vázquez Casal
preso
23/09/1917
Sama de Langreo
Nicolás
Suárez Alvarez
preso
23/09/1917
Cueto
Manuel
González García
preso
23/09/1917
Cueto
Ramón
Martínez Antuña
preso
23/09/1917
Tuilla
Juan
Forcelledo Esquero
preso
23/09/1917
La Felguera
José
Fueyo Pañeda
preso
17/10/1917
La Felguera
Alfredo
Roces Cuervo
preso
17/10/1917
La Felguera
José
Fernández Canto
preso
23/09/1917

miércoles, 13 de marzo de 2013

A los presos esclavos en destacamentos penales les pagaba el INP

Los prisioneros que fueron a "redimir condena" en los Batallones de Trabajadores, Colonias Penitenciarias, Destacamentos Penales, etc., bajo la batuta de la Dirección General de Prisiones y el Patronato Central para la Redención de Penas por el Trabajo, se les pagaban salarios. Salarios de miseria por jornadas de sola sol y en las labores más penosas. Estos salarios eran remitidos a la Caja Asturiana de Pevisión Social de Oviedo y desde aquí se enviaban a los ayuntamientos. En los ayuntamientos se citaba a los familiares del preso para pasaran a recoger aquella mísera cantidad de dinero que les ganaba el preso. Esta era una humillación más. Aquel peregrinar hacia la oficina municipal en donde encontraban al funcionario falangista cada mes era un trago más en la vida de los que vivían en las ciudades y los pueblos. Un modo de represión sorda que no trascendía. Se quedaba en el ámbito de la familia, y en no pocas ocasiones solamente para quien iba a recoger el salario de sangre de su familiar.
Pero no lo denominaban salarios, no. Sería tanto como considerar trabajadores a los "reclusos-trabajadores", de este modo se les despojaba de la dignidad. Explotados, encarcelados, humillados, eran piezas humanas, como si fueran semovientes, a los cuales, para engrandecer aquella Nueva España, debían limitarse a trabajar como bestias y callar, sólo así se les consideraría "redimidos" del pecado de querer ser libres. No eran salarios, eran "subisidios".
La normativa publicada por el régimen fascista español decía: "Art. 10: Sólo tendrán derecho a percepción de subsidio los reclusos que estén legítimamente casados y los hijos que tengan la calidad de legítimos o de naturales reconocidos".
Se crearon en cada municipio una Junta Local compuesta por los poderes tradicionales sumando la presencia del sujeto de Falange. Un representante del Alcalde que necesariamente tenía que estar afiliado a Falange, el cura párroco u otro sacerdote en quien delegara, y un tercero que "se procurará recaiga en una mujer que reuna condiciones de espíritu profundamente caritativo y celoso".

(Es evidente por esta documentación que el INP- Instituto Nacional de Previsión en Oviedo tiene en sus fondos archivísticos todos los datos correspondientes a los pagos de todos los prisioneros que estuvieron trabajando como esclavos y que tenían familiares "legítimos").